CASTILLO HOUSKA,¿PUERTA DEL INFIERNO?


Uno de nuestros viajes más insólitos en busca del misterio, oculto entre frondosos bosques que, a su vez, son casi impenetrables, destacando que los accesos son prácticamente inexistentes, sólo un camino nos conduce a su verdosa y desvencijada puerta. Acercarse a él es arrimarse al misterio, a sus innumerables leyendas, a la lucha entre el bien y el mal, es sin lugar a dudas, un lugar mágico, uno de los más enigmáticos de toda Europa. El castillo de Houska.
No se ha ganado su reputación por ser un lugar lleno de incidentes históricos, ni  episodios sangrientos, más bien es por su leyenda de ser considerado una puerta al  infierno, además de otros motivos tan curiosos como reales.
Blatce es su localidad dónde se encuentra, una pequeña aldea al norte de la capital del país checo, Praga, cuyo número de habitantes actualmente no alcanza los cien lugareños. Nunca en la historia la localidad ha tenido poco más de 200 habitantes, desde su supuesto origen en el año 878, aunque su primera mención escrita data de 1316.  
Estas población, principalmente entre las más mayores del lugar,  todavía conservan sus creencias, su folklore junto a su cultura de antaño, han evitado siempre el castillo y sus alrededores, eligiendo otros caminos para su día a día, pues les causaban temor y respeto. Hoy en día todavía miran con recelo la construcción. ¿Por qué? ¿Cuáles son las características que hacen de este castillo realmente sale de lo común?  


Un lugar misterioso, un castillo escondido, rodeado de montañas y bosques, construido originalmente en madera, para continuar su construcción según los cánones de la arquitectura gótica, entre 1253 y 1278 durante el reinado del rey Ottokar II de Bohemia. 

Realmente los historiadores no saben a ciencia cierta quién fundó el castillo gótico de Houska. Conjeturan que pudo haber sido el noble Hynek de Dubá, entre los años 1280 y 1290, en los convulsionados tiempos de la ocupación de Bohemia por las tropas de Brandemburgo.  Aunque una vieja leyenda relata que a finales del siglo IX se hallaba en la cima del cerro un lugar fortificado que había edificado el príncipe Slavibor para su hijo Housek, hermano de Santa Ludmila. De ahí el nombre del castillo: Houska.
Con gran probabilidad pudo tratarse de una edificación clandestina, ya que el territorio alrededor del castillo de Houska era propiedad de la Corona. Sin embargo, el jovencísimo rey Venceslao II era por aquel entonces rehén de Otón de Brandemburgo, en el país reinaba una enorme confusión y a nadie le preocupaban los remotos y casi desiertos parajes donde Hynek de Dubá edificara el castillo de Houska. 
Antes de que fuera construido, el lugar donde se encuentra el castillo Houska, se dice que existía un gran agujero. Este agujero era tan profundo que la mayoría de los lugareños creían que era un pozo sin fondo, un abismo de dimensiones desconocidas. Cosas extrañas debieron ocurrir alrededor de este agujero misterioso, pues los antiguos pobladores cercanos al este boquete narran que unas negras criaturas aladas  vuelan cerca de aquella boca, unas extrañas figuras, que según cuentan sus leyendas locales son medio humana y medio animal. Fruto de estas legendarias narraciones que fueron de boca en boca no pasó mucho tiempo para que la gente empiece a creer que el pozo era la puerta al mismo infierno o incluso una de las moradas del diablo. Se cree que el castillo Houska fue construido intencionadamente sobre este pozo, en un intento de sellar esta puerta y contener el mal dentro.  ¿Se trata de una temida puerta del infierno?

 Fue construido en un lugar casi inaccesible, sin caminos,  sin fortificaciones, lejos de las fronteras, alejado de rutas comerciales, ni fuentes próximas ni  espacio para agua, con ausencia de cocinas, y sin ocupantes en su tiempo de finalización. El castillo no se construyó como residencia o como un santuario de protección, sino que se construyó en su lugar debido a que el agujero se pensaba que era una puerta de entrada al infierno. 

Concretamente sobre ese sumidero al infierno, se ubica, según se cuenta, la capilla consagrada a San Miguel, tapando con gruesas losas de piedras caliza aquella enigmática grieta que supuestamente conducía a los más oscuros y terroríficos avernos, que para vuestra información, muchos investigadores y arqueólogos trataron de buscar y localizar esa grieta, pero sus esfuerzos parece ser que fueron en vano.
Ciertas historias relatan que cuando el castillo ya estaba construido ofrecieron a un preso condenado a cadena perpetua que bajase por la hendidura y contase después lo que viera. Tras ello quedaría libre. El preso bajó unos metros, después de sólo unos segundos, el hombre que bajó empezó a gritar con desesperación. Fue sacado a la superficie con el pelo completamente blanco, había envejecido notablemente, su rostro reflejaba haber sufrido una visión de pánico. Nadie está muy seguro de lo que presenció, ya que parece que se volvió completamente loco,  entre convulsiones, perdiendo la cordura y falleció dos días después, relatando, entre constantes jadeos y cierta dificultad, que la cadena perpetua era muy poco comparado con lo que vio en el interior. ¿Tan atroz es el interior de aquella oquedad? ¿Qué esconde aquello si damos por ciertas aquellas narraciones ancestrales? 

Según una leyenda, Houska fue fundado para impedir que las fuerzas tenebrosas se propagasen por el reino checo desde el lugar donde se alzaba ese castillo. Como prueba se apunta que el dispositivo de defensa del castillo no estaba orientado contra un enemigo exterior sino para protegerse contra una fuerza misteriosa en el interior del recinto. ¿Vigilaba realmente una puerta del infierno? ¿Qué temían para que la vigilancia se realizara desde el interior? 
La decoración de aquella capilla anteriormente mencionada también le añade más misterio a toda las leyendas, donde los dibujos plasmados en sus húmedas paredes. Unas  paredes que, al parecer, cuentan historias del pasado, que tratan de indicarnos algo, que aquella criaturas aladas que vieron sus ancestros parece ser que fue cierta la historia, dado que los muros que rodean la capilla están cubiertas con pinturas de dragones, demonios y algunas extrañas figuras aladas,  en la que destaca una de esas pinturas causando extrañeza y suscita diversas conjeturas. Representa a una arquera, mitad mujer mitad monstruo, que tensa el arco para disparar la flecha contra un hombre, toda una representación de las fuerzas malignas en lucha contra el ser humano. Entre otros datos podemos añadir que también se encontraron testimonios relativos a fenómenos extraños dentro de la capilla, como gritos y gemidos, pensando, lógicamente, que procedían del abismo.
En 1836, durante una visita del poeta checo Karel Hynek Macha, que pernoctó allí, sufrió unos serios trastornos nocturnos, atormentado por terribles visiones: vio su alma como era atrapado por la fuerza de una oscura y siniestra grieta, para luego ser transportado a un futuro mecanizado, infernal, donde vagaba con horror y desesperación. Entre otras experiencias perturbadoras, escribió su encuentro con una joven que le mostró las imágenes en movimiento en un ataúd, en la oscuridad, caminó en medio de acantilados viendo como caían las bombas alemanas  ¿Un viaje al futuro?¿Presenció una visión de la invasión nazi? ¿Es el lugar una puerta a otras dimensiones?
Entre 1938 y 1944, las fuerzas alemanas ocuparon el castillo Houska, que destruyeron todos los registros y toda evidencia de sus actividades cuando las fuerzas alemanas se retiraron de Bohemia durante el avance de los ejércitos aliados. 
El castillo no tiene ninguna importancia estratégica y se sospecha que los nazis consideraban Houska como un lugar sobrenatural basándose en sus historias, incluso pensaban controlar y usar esas fuerzas contra los aliados. . Muchos testigos afirman que Houska albergó durante la ocupación nazi uno de los centros de procreación de niños de pura raza germánica. Al poco finalizar la contienda de la segunda guerra mundial, se dice que se encontraron esqueletos de tres soldados alemanes sin síntomas haber sido heridos ni sometidos a alguna tortura. Estos fueron localizados en el área del patio.  ¿Por qué estaban allí? ¿Por qué destruyeron todos los documentos los alemanes cuando decidieron abandonar el lugar? ¿Qué prácticas o experimentos nos ocultaron los nazis durante su ocupación? 
Pasados unos años, durante el régimen comunista, se deseaba instalar en el castillo de Houska un sanatorio con sesiones de hidroterapia, pero en el castillo no disponía de agua. Empezó a cavarse unos pozos, pero no se encontró el agua deseada para dichas funciones hidrotermales.
Se decidió entonces unas nuevas perforaciones y al alcanzarse la profundidad de 270 metros, brotó un manantial de agua altamente radiactiva y se registró una emanación del gas radiactivo radón. El inquieto subsuelo del castillo dio contundentes señales de su existencia y el pozo fue obstruido dejando el proyecto de balneario en el olvido.  ¿Es el lugar un espacio fuertemente radioactivo? ¿Pudo ser  la causa  esos escapes de gas lo que afectaron a los condenados que osaron bajar a sus profundidades cambio de su libertad? ¿Eran las criaturas extrañas que narran las leyendas unas mutaciones por beber agua radioactiva? 
Pero los misterios no se acaban con aquella enigmática profundidad, los enigmas del castillo de Houska persisten. En el salón de los cazadores,  ubicado en el primer piso del castillo, se aparece, supuestamente, cada noche Oronte,  un comandante sueco de la guarnición del castillo durante la Guerra de los Treinta Años. 
Oronte era un gran aficionado a las artes de la magia negra, quizá influido por los ambientes oscuros de la cercana Praga, que en esos tiempos era un tema muy en boga, practicado y, además estudiado. En esa sala, salón de los cazadores, realizaba sus prácticas de la magia negra, y allí mismo fue abatido por cazadores que dispararon desde fuera, tras llamarle para que se asomara a una de las ventanas. Quizá por este trágico incidente se suele aparecer su sombra tras una de esas ventanas.
 Según se cuentan, Oronte fue asesinado por ser acusado de cabecilla y responsable de una banda de saqueadores que se refugiaron en el castillo, normalmente eran desertores del ejercito sueco de la guerra de los treinta años (1618-1648) , además de ser Oronte inmortal por realizar un pacto con el diablo, no se conoce sus métodos con los que pudo alcanzar ese trato, pero solicitó un gallo negro, el cual nunca le llegó, que le habría garantizado la renovación de su  inmortalidad. Desde entonces, al parecer, está vagando por el castillo quizá en busca de su gallo negro, que le ayude a volver entre los vivos. ¿Qué conocimientos poseía este comandante sueco? Solicitaba un gallo negro, ¿Qué tipo de ofrenda o ritual realizaba en el salón? 
En la sala donde según los rumores deja su presencia cada noche el espíritu de Oronte nadie se ha atrevido todavía a pasar la noche en solitario. Cuando pernoctaron en el salón dos personas, éstas se habían rodeado previamente de un círculo de velas encendidas para ahuyentar a los fantasmas y protegerse de cualquier influencia negativa. ¿Tanto temor despierta entre los que visitan el castillo?
Hay muchas otras cosas que se arrastran por el castillo. Un monje, se dice que persigue a aquellos que tienen la mala suerte de cruzarse con él. Esta extraña historia se desconoce su procedencia, entre otras extrañas presencias que incluso muchos visitantes han sentido hoy en día. Como dato curioso, ignoramos el por qué dado que no hay evidencias para comprobarlo, es que a muchos turistas les salen a menudo muchas fotografías borrosas en cualquier parte del recinto incluso a los más experimentados fotógrafos.  También hay una extraña criatura, según los relatos, parte humana y parte animal, que  recorre y merodea los jardines y zona exterior. Gemidos, gritos y voces unidos a extraños ruidos, vienen de debajo del suelo de la capilla. 
El ruido suena como un cuerpo al caer al suelo, ese extraño sonido es a veces acompañado por la visión de dos hombres sin rostro. Unas siniestras figuras desconocidas que aseguran que sus voces hablan de asesinatos. ¿Realmente fue un enclave de asesinatos? ¿Qué personajes dejaron sus vidas entre estos muros?
Los lugareños que pasan muy cerca del castillo Houska, todavía en nuestras fechas, suelen hacerlo rápidamente mientras pronuncian una oración o dos, agarrando fuertemente entre sus manos cualquier amuleto que se tercie necesario. Oraciones al arcángel Gabriel para protegerse de los demonios, oraciones de padrenuestro en su lengua autóctona, otros se encomiendan a San Miguel. Para ellos el mal mora dentro, especialmente cerca de la capilla.
Entre otros datos curiosos podemos añadir que en el castillo se alojó durante el siglo XVI, Tobías Hrzan, un alquimista que buscaba el elixir de la juventud a la luz de la luna, algo que trataban de encontrar todos sus coetáneos en la cercana capital. Praga, los resultados de sus indagaciones lo ignoramos. 
El castillo de Houska ha pasado con frecuencia la titularidad de una a otra especialmente entre la aristocracia de la época. En 1584-1590 fue objeto de modificaciones de estilo renacentista, la pérdida de alguna de sus funciones como fortaleza, ya que mira hacia abajo desde un acantilado rocoso y bastante escarpado. En el siglo XVIII, dejó de servir como residencia noble y cayó en un estado de deterioro antes de ser renovado en el 1823. En 1897 fue adquirido por la princesa Hohenlohe y en 1924, los tiempos de la Primera República, fue comprado por el Presidente de Skoda, Josef Simonek.
Pero lo cierto es el castillo Houska tiene su encanto.  Un histórico lugar que no fue un espacio público hasta 1999 gracias  sus nuevos propietarios que lograron rehabilitarlo para darle utilidad, un sitio donde podemos celebrar una boda, un evento, una conferencia es sus espacios habilitados para ello. Rodeado de hermosas vistas de bosques que te susurran y pintorescos pueblos de la zona, que es una razón para visitar. Si no puedes acudir, déjate llevar por la fantasía, sin duda, descubrirás a muchos testigos mudos del pasado.
Ángel Beitia
AB&MP INVESTIGACIONES



copyright 2013